jueves, 9 de marzo de 2017

ANGELES ITINERANTES

Cuenta la leyenda que dos ángeles, disfrazados de peregrinos, hicieron noche en el hogar de una familia pudiente.
Sus integrantes eran de mala ralea, groseros al punto que hospedaron a los viajeros en el sótano en lugar de la habitación de huéspedes.
Cuando hicieron sus camas en el piso de piedra, el ángel más viejo vio un agujero en la pared, y lo reparó.
El ángel más joven, sorprendido, le preguntó por qué lo hizo. El otro le respondió:
"Las cosas no siempre son lo que parecen"
La noche siguiente los peregrinos se hospedaron en un hogar muy pobre, pero el matrimonio de granjeros fueron sumamenye hospitalarios.
Después de compartir una magra cena, los esposos dejaron dormir a los ángeles en la cama de ellos para que estuvieran cómodos.
Cuando el sol anunció un nuevo día, los ángeles encontraron al granjero y a su mujer acongojados. Su única vaca, de la cual obtenían dinero por su leche, yacía muerta en el campo.
El ángel joven, ofuscado, preguntó a su compañero por qué permitió que sucediera semejante desgracia.
_ El hombre primer hombre tenía todo y lo ayudaste. La segunda familia tenía poco y lo compartió todo con nosotros...¡y dejaste morir a su única vaca!
_ Las cosas no son lo que parecen _ respondió lacónicamente. Luego le explicó.
_ Cuando permanecimos en el sótano de la mansión, noté que había oro en ese agujero de la pared. Puesto que el propietario era tan avaro y poco dispuesto a compartir su buena fortuna, sellé la pared para que jamás la encuentre.
Ayer por la noche, cuando dormimos en la cama de los granjeros, la muerte vino por su esposa. Le dí la vaca en lugar de ella.
Has visto compañero, "las cosas no siempre son lo que parecen".

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